Paolo Castello (1750-1780), fue uno de los tres principales fabricantes en Génova a mediados del siglo XVIII, siendo los demás Jacobo Cordano y Giuseppe Cavaleri. Los tres estuvieron influenciados por Bernardo Calcagni, guía principal de la escuela genovesa, aunque es probable que Castello fuera mayormente autodidacta. Su trabajo a menudo es descrito como rudo, con bordes poco refinados, pero la inelegancia del modelo se compensa con lo bastante delicados agujeros de las efes. Su barniz amarillo recuerda al de Grancino, sus volutas eran a menudo largas y con un amplio clavijero. Las mas bien precipitadas volutas de Castello sugerían que satisfacía la demanda de instrumentos a bajo coste, pero la categoría de su barniz demostraba que en absoluto carecía de talento.
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